Excursión a Suzdal desde Moscú

Viaje a Moscú Día 3 – Excursión a Suzdal

Sábado 26 Marzo 2016

Nuestro tercer día en Moscú se presentaba de lo más interesante, nos íbamos de excursión a Suzdal, un pueblecito del famoso anillo de oro.

Nuestro día en Suzdal

¿Qué es el anillo de oro?

El anillo de oro es un conjunto de ciudades pertenecientes a la región central de Rusia, al noreste de Moscú. En este conjunto de ciudades podemos encontrar innumerables monumentos, iglesias y monasterios que representan la cultura y la historia rusa.

La excursión más común desde Moscú era Serguiev Posad porque es la más cercana.

Suzdal está más lejos, aproximadamente a 200 km de Moscú, además había que coger un tren y luego un bus pero aún así, decidimos visitarla.

Elegimos Suzdal por varias razones..

En primer lugar porque es un pueblo pequeño donde es mucho más fácil moverse y más cuando vas sólo a pasar un día de excursión. A veces en los viajes intentamos abarcar demasiado.

Aún siendo un pueblo pequeño de aproximadamente 11.000 habitantes, contaba con infinidad de monumentos e iglesias para visitar. Alrededor de 200 monumentos arquitectónicos de los que cabe destacar cinco monasterios, más de treinta iglesias y varios museos. Es un pueblo pequeño que se recorre fácilmente andando y es lo que más nos apetecía una excursión relajada y paseando.

Además Suzdal es un pueblo rural y en esta época del año todos sus campos lucían completamente nevados. Me gustó mucho la experiencia de pasear por un pueblecito lleno de nieve. ¡Es algo a lo que no estoy acostumbrada y me encantó! Fue como estar dentro de un cuento.

Nuestro día de excursión a Suzdal fue una auténtica experiencia.

Nos enfrentamos al transporte en un país en el que no hablan tu idioma y donde no es nada fácil comunicarse sobretodo en zonas alejadas de la capital, pero todo el esfuerzo mereció la pena por pasar unas horas recorriendo este precioso pueblo que parecía sacado de un cuento.

Y eso no es todo, tuvimos la oportunidad de conocer a una fantástica persona local que nos ayudó mucho con nuestros problemas con el idioma y que se ha convertido en nuestra amiga rusa, un ángel.

Siempre digo que me encanta viajar por muchas cosas, pero una de ellas es por poder conocer a gente maravillosa. Y éste fue uno de esos días en el que te das cuenta que hay mucha gente buena en el mundo.

¿Estáis preparados para conocer todo sobre nuestra excursión a Suzdal?

Primero de todo vamos a explicar cómo se puede ir a Suzdal y aquí me gustaría dar las gracias a mi amiga Cris que lo explicó muy bien en su post y lo hubiéramos hecho genial si no fuera porque el día anterior cuando fuimos a comprar los billetes de tren nos atendió una rusa con muy mal humor.

Como ya os conté en el post anterior, el día de antes de nuestra excursión a Suzdal nos acercamos a la estación Kursky Vozkal para comprar los billetes de tren y así por la mañana no tener que perder tiempo en la cola, creedme, las colas son increíbles en Moscú.

¿Cómo llegar a Suzdal?

Hay que coger el tren que va a la ciudad de Vladimir, también integrada dentro del famoso anillo de oro. El tren rápido de Moscú a Vladimir tardaba 1 hora y 50 min, y sale de la estación Kursky Vozkal de Moscú a la que se accede desde la estación de metro Kurskaya (Línea 3).

Una vez en Vladimir hay que coger un bus dirección a Suzdal en la estación de autobuses, justo enfrente de la estación de trenes, con una duración de 45 min.

Primero te dejarán en la estación de bus de Suzdal donde pagarás un suplemento de 14 rublos (0,19 Eur) para que te dejen en el pueblo.

Nota:

Es importante llevar el nombre de Vladimir y Suzdal escrito en cirílico porque creedme nadie os va a entender ni lo más mínimo 😉

Estación Kursky Vozkal ——-) Tren Moscú – Vladimir // 1 hora 50 min
Estación bus Vladimir ——-) Bus a Suzdal // 45 min
Vladímir (en ruso: Владимир)
Súzdal (en ruso: Суздаль)

Parece un poco complicado pero si tienes suerte y das con personas que intentan ayudarte a comprar los billetes no tiene por qué serlo. Eso sí no es como coger el metro en Madrid, es un poco más complicado 😉

Nosotros tuvimos mala suerte y la mujer que nos vendió los billetes de tren a Vladimir en la estación de Kursky Vozkal no nos informó de todos los trenes que iban a Vladimir y nos vendió el primero que le pareció.

El billete de tren de Moscú a Vladimir nos costó aproximadamente 7 euros. Pero ahora os cuento, porque éste no es el que tenéis que comprar 😉

Estación de Moscú

Cuando llegamos a la estación por la mañana buscamos el andén que iba a Vladimir fijándonos en la hora en la que partía porque está todo escrito en cirílico. Nuestro tren salía a las 08:06 de la mañana.

De eso no habíamos hablado. Para ir a Suzdal había que madrugar. Mi hermana y mi padre se escaquearon del madrugón y se quedaron durmiendo en Moscú.

Intentamos preguntar pero nadie hablaba inglés y aunque siempre intentaron ayudarnos, la situación a veces se hace desesperante porque no puedes comunicarte con nadie.

Una vez ya dimos con el andén, nos subimos al tren con muchas ganas de comenzar nuestra excursión a Suzdal.

Tren ruso

El tren olía un poco mal y estaba un poco sucio. Además no habían asientos, eran bancos donde cabían tres personas, iba lleno de gente y estábamos un poco apretados.

Por los pasillos pasaba gente vendiendo cosas y haciendo demostraciones como si fuera la Teletienda, cuchillos que cortaban madera, estropajos que limpiaban cacerolas, tijeras que cortaban…

El tren lleno de población rusa, evidente., estábamos en Rusia, y nosotros los únicos extranjeros, la gente nos miraba extrañada.

Y nosotros también alucinados en el tren viviendo una situación que nunca habíamos vivido, nos estábamos adentrando en un país desconocido y donde nadie nos entendía.

Íbamos sentados en el tren viendo por la ventana como pasábamos paisajes de nieve, pueblos y ciudades industriales y de verdad parecía una película en la que íbamos todos a trabajar a la fábrica 😉

¿Cuándo llegamos a Vladimir?

Iba todo bien hasta que se acercaba la hora prevista de llegada y pensábamos que ya estábamos llegando a Vladimir pero nos fijábamos en las paradas y no veíamos el nombre de Vladimir en cirílico, todo está en cirílico, acordaros de llevarlo traducido.

Ya un poco mosqueados le preguntamos a un chico joven que teníamos enfrente pero no nos entendía. No hablaba nada de inglés y eso que era bastante joven..

Pero con gestos y la calculadora del móvil nos puso la hora de llegada a Vladimir y aún faltaba más de una hora.

¡¡No podíamos creerlo!! ¡¡Si ya deberíamos haber llegado!!

Total que comprendimos que la borde de la estación de tren no nos informó de las posibilidades de tren a Vladimir y nos vendió el billete del tren “borreguero” que va lento y parando en todos los pueblos, por lo que tarda casi el doble.

Si no tienes prisa todo vale, pero cuando es una excursión a Suzdal en el día el tiempo es importante y hubiera estado mejor llegar con el tren rápido y haber podido disfrutar un poco más.

Pero bueno no podíamos hacer nada y dentro de lo malo habíamos cogido el tren muy temprano y aún teníamos tiempo para disfrutar de Suzdal.

Aunque no podíamos dejar de pensar en el momento de bajar del tren en Vladimir y tener que enfrentarnos a las taquillas y las vendedoras para comprar el billete de vuelta a Moscú.

A ver cómo le explicábamos que queríamos volver a Moscú en el tren rápido…

Estación de Vladimir

Llegamos por fin a la estación de tren de Vladimir pero un poco embajonados por el trayecto tan largo y porque no sabíamos si alguien nos iba a entender para comprar el tren de vuelta correcto.

De repente estamos saliendo y oigo una voz que nos pregunta…

¿Sois españoles?

¿¿Cómo?? Yo esperando inútilmente oír algo de inglés y estaba oyendo a alguien hablando español…

¡¡No os imagináis que subidón nos dio en ese momento!! Estábamos completamente perdidos en Rusia. Y oír a alguien hablar tu idioma fue muy fuerte. Puede parecer una tontería, pero de verdad en esta situación en la que nadie te entiende y no te puedes comunicar con nadie esto fue lo máximo.

Alina

Nuestro ángel era Alina una estudiante de filología española que vivía con su familia en Vladimir, estudiaba en la Universidad de Moscú y hoy volvía en tren a su pueblo para visitar a su madre.

Estaba en su primer curso y aún no hablaba del todo bien pero lo suficiente para poder mantener una conversación.

Nosotros no éramos los únicos que estábamos alucinando con ver a alguien en Vladimir que hablaba español. Alina estaba también alucinando con ver dos españoles en Vladimir.

Nos preguntó ¿Habláis ruso? Y nosotros… No

Entonces no entiendo que hacéis aquí donde sólo se habla ruso. Pues que somos muy valientes y venimos a visitar Suzdal por nuestra cuenta 😉

Alina nos ayudó a comprar los billetes de tren de vuelta a Moscú en el tren rápido, aunque ella no comprendía tampoco por qué queríamos ir en el tren rápido si la gente iba en el normal y le explicamos que era por tardar menos horas ya que la ida había sido eterna.

Aún siendo Alina la que hablaba con las vendedoras de las taquillas en ruso se montaban unas colas increíbles.

Y después fuimos a la estación de bus, donde Alina nos compró los billetes de ida y de vuelta en bus a Suzdal, nos costaron 80 rublos ida y vuelta (1,20 Eur) y salían autobuses cada media hora.

Estuvimos hablando con ella hasta que salió el bus de Suzdal y nos preguntaba cosas sobre España, al fin y al cabo estaba estudiando nuestro idioma era normal que sintiera curiosidad por nuestro país.

La situación fue muy graciosa. Alina alucinaba con poder hablar español con dos españoles nativos en Vladimir un pueblo de Rusia donde es muy poco probable ver españoles y nosotros alucinábamos porque estábamos hablando nuestro idioma en un pueblo ruso interior, donde era casi imposible comunicarse con nadie.

Bus a Suzdal

¡¡Fue una situación de película!! Nos dio mucha pena despedirnos de ella pero teníamos que subirnos en este bus, de la II Guerra Mundial mínimo, para dirigirnos a Suzdal.

¡¡Muchas gracias por todo Alina!!

Y ésta ha sido nuestra bonita historia…

Siento mucho todo el rollo que os he soltado pero de verdad que fue increíble esta experiencia, perdidos en Rusia y conocer a Alina, nuestro ángel…

Cuando viajas y te sientes perdido te das cuenta que es muy importante encontrarse con gente buena. ¡¡Y esa gente existe!!

Nuestro recorrido hacia Suzdal fue una gran experiencia subidos en ese bus de otra época y divisando paisajes completamente nevados.

Paramos en la estación de bus y el conductor nos recogió el suplemento de 14 rublos para llevarnos a la ciudad.

Suzdal

Una de las ciudades históricas más bonitas de Rusia y Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1992.

Situada en el óblast de Vladimir a casi 200 km de Moscú fue capital del principado de Rostov-Suzdal en el siglo XIII y parte del principado de Moscú en el siglo XIV.

Su importancia histórica y comercial creció y disminuyó a lo largo de los siglos pero su tradición religiosa no, de ahí que podamos encontrar tantas iglesias y monasterios entre sus edificios históricos, muchos más de lo normal en relación a los habitantes de la ciudad, alrededor de 11.000.

Con ocho siglos de historia la cantidad de monumentos históricos es alucinante y si quieres trasladarte a otra época en este pueblo lo conseguirás.

Plaza del Mercado

El bus nos dejó en la plaza del Mercado que se encuentra en la calle Lenin, la arteria principal, donde vimos mucho ambiente, gente paseando y puestos donde vendían souvenirs, cerveza tradicional rusa denominada kvas y medovuja, una bebida a base de miel típica de la zona.

Kremyovskaya

Comenzamos por fin nuestra visita al precioso pueblo de Suzdal atravesando la calle Kremyovskaya donde había mucho ambiente y carrozas que te llevaban a dar una vuelta por el pueblo.

Nos encontramos con un pequeño mercado con tiendas donde vendían souvenirs, artesanía de madera y botas y ropa para abrigarse.

Kremlin de Suzdal

Si sigues andando por esta misma calle llegas al famoso Kremlin de Suzdal, un kremlin medieval que data del siglo X y que está estratégicamente ubicado en la curva del río Kamenka.

Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1992 y forma parte del conjunto de Monumentos blancos de Vladimir y Suzdal.

Entramos en el recinto del Kremlin y lo que más te llama la atención es la Catedral de la Natividad de la Virgen.

Catedral de la Natividad de la Virgen

Iglesia ortodoxa rusa construida entre finales del siglo XI y principios del XII ubicada dentro del recinto del Kremlin de Suzdal.
Esta iglesia con cinco preciosas cúpulas azules nos encantó.

Antes de continuar y como no sabíamos si después encontraríamos algún bar, comimos en un restaurante de la misma calle donde nos sirvieron comida típica de la zona por 14 euros los dos.

Saliendo por el recinto del Kremlin divisamos todos los prados nevados.

Iglesia de San Nicolás

Una preciosa iglesia de madera que forma parte del Museo de Arquitectura de Madera de Suzdal.

En este punto vimos a unos novios rusos haciéndose un reportaje de fotos.

Yo seguía alucinando con la grandeza del paisaje, la belleza de los edificios y el poder ver todo cubierto de nieve. Era como estar en otra época, como estar dentro de un cuento.

En nuestro paseo nos encontramos con un músico ruso que tocaba el acordeón.

Río Kamenka

Atravesamos un coqueto puente de madera sobre el río Kamenka que en esta época estaba congelado.

Iglesia de la Transfiguración

Nos encontramos con el Museo de la Arquitectura de Madera y la vida campesina en el que pudimos contemplar la espectacular Iglesia de la Transfiguración.

Entramos para preguntar pero como no teníamos mucho tiempo decidimos no entrar y continuar nuestro camino a orillas del río Kamenka para volver al inicio del recorrido.

Desde la Plaza del Mercado donde nos había dejado el bus, continuamos recto por la calle Lenina, no teníamos mapa ni mucha idea de dónde íbamos pero fuimos siguiendo a la gente que andaba por la calle principal.

Nos alejamos de la calle para meternos por unas callejuelas y no parábamos de ver más iglesias y monumentos, en cada esquina había una. No sabemos muy bien sus nombres porque los carteles estaban en cirílico.

Convento Alexandrovsky

Paseando entre callejuelas, pensando que nos habíamos perdido y después de preguntar a varias personas, unos amables jóvenes nos acompañaron un trozo de camino para llevarnos donde teníamos que seguir para dar con el resto de atracciones.

En este caso el Convento Alexandrovsky que parecía abandonado pero al que entramos para echar un vistazo.

Continuamos nuestro camino hacia el siguiente punto pero de nuevo nos perdimos varias veces y en una de ellas dimos con un lugar con unas vistas preciosas del Convento de la Intercesión, al que ya no nos daría tiempo acercarnos.

Monasterio Redentor de San Eutimio

El último punto que visitamos en Suzdal fue el Monasterio Redentor de Eutimio con funciones más allá de las monásticas. Ya que se construyó en forma de fortaleza y suponía un punto clave en la defensa de la ciudad.

El recinto esta rodeado de espectaculares muros con sus torres de color rojo.

Catedral de la Transfiguración del Salvador

Dentro del recinto del Monasterio Redentor de San Eutimio merece la pena contemplar la Catedral de la Transfiguración del Salvador con sus cúpulas verdes y doradas.

No sé por qué no le hicimos foto…

En la parte de atrás del monasterio donde vemos sus muros rojos tenemos un mirador con unas espectaculares vistas del Convento de la Intercesión.

Convento de la Intercesión

Conjunto amurallado donde se encuentra la impresionante Catedral de la Intercesión,repleta de obras de arte de gran calidad.

Es uno de los monasterios más ricos de toda Rusia y sigue estando en activo por lo que podemos ver monjas que viven en el recinto.

Siguiendo el camino detrás del Monasterio podemos llegar al convento pero no teníamos más tiempo.

Nos tuvimos que conformar con estas espectaculares vistas.

Vuelta a Moscú desde Suzdal

Ya teníamos nuestros billetes de vuelta, cogimos el bus a las 18 de la tarde en la Plaza del Mercado y llegamos a la estación de autobús de Suzdal, pagando los 14 rublos de suplemento.

Una vez en la estación, las mujeres que estaban en el bus bajaron corriendo y gritando. Y nos hacían gestos y nos decían algo gritando. Pero claro no las entendíamos…

Nosotros muy tranquilos pensábamos que habían bajado para comprar el ticket de vuelta a Vladimir que afortunadamente ya teníamos.

Y de repente nos quedamos solos en el bus y volvieron indicándonos que bajáramos.

¡¡De verdad que coñazo esto de no entender nada jajaja!!

Resulta que se subieron en una furgoneta que iba a Vladimir y cuando nos subimos no había sitio y nos sentamos uno encima de otro.

No entendíamos nada. Si habíamos comprado nuestros tickets numerados en el autobús del futuro por qué nos hacían subir amontonados en una mini furgoneta.

Nos volvieron a decir que nos bajáramos y nos señalaron el reloj.

Entendimos que salía un bus como los de antes hacia Vladimir y así fue.

Íbamos en el bus y Andrés me dijo. Imagínate que viene a despedirnos Alina….

Despedida de Alina

Una vez llegamos a Vladimir, cruzamos desde la estación de bus a la estación de trenes y nos compramos bebida y comida….eran las 19:20 de la tarde y el tren a Moscú salía a las 20:12, llegando a la capital a las 22:00, éste si que era el tren de 1 hora y 50 min.

Y de repente aparece Alina en la estación. ¡¡Qué sorpresa!!

Estuvimos hablando con ella sobre nuestro día en Suzdal y su día en familia, nos regaló un pin de Vladimir y le dimos mil veces más las gracias.

Por la mañana nos habíamos dado el mail ya que ella nos dijo que no usaba Facebook y por la tarde nos contó que se había abierto una cuenta para poder hablar con nosotros. ¡¡Más bonica!! ¡¡Era adorable!!

Nos acompañó al andén y nos despedimos desde la ventana del tren, este tren ya era otra cosa, nada que ver con el que fuimos por la mañana.

Muy triste la despedida de Alina pero nos fuimos con una gran sensación ese día, la sensación de saber que hay gente buena por el mundo.

No sólo habíamos pasado un fantástico día en el que habíamos superado todas las barreras de la ausencia de comunicación, nos habíamos embarcado en la aventura de adentrarnos en el interior de Rusia a un pueblo rural en el que nadie nos iba a entender y habíamos paseado por un precioso pueblo en el que nos trasladamos a otra época y pensamos ser los protagonistas de un cuento.

Además de todo eso, nos llevamos una amiga de Rusia. Una bonita persona que nos ayudó y con la que ahora sigo hablando y ayudando a practicar el español, además de contarle todas nuestras costumbres y nuestra forma de vivir en España.

Alina dice que tiene dos profesoras de español, la de la Universidad y yo…

¡¡Y yo encantada de poder ayudarle!!

Llegada a Moscú

Después de un viaje de vuelta mucho más cómodo llegamos a Moscú muy pero que muy contentos por todo el día que habíamos vivido y la gran experiencia que nos llevábamos de nuestra excursión a Suzdal.

¡¡Fue un día realmente increíble!! De esos que hacen que solo quieras gritar de emoción.

Si, la pesada ya ha acabado de contar el rollo. Si habéis llegado hasta aquí… Gracias por leerme…

Vuelta al hotel

D-Hotel Tverskaya

Antes de llegar al hotel nos asomamos a ver la preciosa Plaza Roja de noche.

Y a dormir que al día siguiente haríamos temprano una ruta por el metro de Moscú.