Kamakura

Viernes 20 Junio 2014: Kamakura – Omotesando – Takeshita Dori

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Nuevo día en Tokio y nuevamente nos volvimos a levantar tempranito, aunque cada día un poco más tarde.

Parecía que el jet lag iba en disminución.

Hoy tocaba la excursión a Kamakura.



Cómo ir a Kamakura

Desde la estación de Shinjuku teníamos que coger el tren JR Shonan Shinjuku (Vía Yokosuka Line).

Duración una hora y precio 920 yenes cada uno billete sencillo, es decir, 1840 yenes ida y vuelta, en total 3.680 yenes los dos (aprox. 27 euros ida y vuelta los dos)

Para ir directos hay que con dirección a Zushi, si no es ese tren hay que hacer trasbordo en Ofuna, son 9minutos más tampoco pasa nada.

Si no os apetece ir por libre también podéis contratar una excursión.

Excursión a Kamakura y Yokohama



Kamakura

Kamakura está situada a una hora en tren de Tokyo.

Es una pequeña ciudad ubicada en la costa que alberga infinidad de templos con una importante herencia histórica.

En Kamakura podemos visitar los siguientes templos:

El Templo Engakuji que fue construido en 1282 para conmemorar la muerte de los soldados japoneses y mongoles que perecieron durante la invasión de los mongoles de Japón.

También nos encontramos el Templo Kenchoji, construido en 1253, es de inspiración china.

Santuario Tsurugaoka Hachimangu se encuentra cerca de la estación Kamakura. El edificio principal del santuario tiene unas vistas increíbles de Kamakura.

Gran Buda de bronce, que es el que atrae a Kamakura el mayor número de visitantes.

Templo Hasedera que es famoso por su edificio principal de madera y su magnífico jardín de estilo japonés.

Isla Enoshima, una pequeña isla de 4 km de perímetro, flota delicadamente en la bahía Sagami.

Nosotros nos íbamos a dedicar a visitar el Gran Buda, el templo Hase Dera y el santuario Tsurugaoka Hachimangu.

Queríamos llegar a comer a Tokio para poder visitar varias cosillas, ya que sólo nos quedaba un día más en la capital de Japón.



Rumbo a Kamakura

Hotel Higashi Shinjuku

 

Dicho todo esto continuamos con el viaje.

Nos levantamos prontito y salimos del hotel en dirección a la estación de Shijuku para comprar los tickets.

Compramos nuestros pases diarios del metro por 1000 yenes cada uno y desde nuestra estación nos fuimos a Shinjuku, a una sola parada.

 

 

Entramos en la oficina JR y compramos tickets de ida y vuelta a Kamakura.

Los empleados nos indicaron el andén donde teníamos que ir porque, como ya hemos indicado, esta estación es extremadamente grande.

Además reservamos también los billetes en JR del viaje a Kioto, con parada en Hamamatsu para hacer una breve visita a Jose Alberto y Lorena.

Nos pusimos en el andén a esperar el tren que llegaba 7:16 con dirección a Ofuna, donde haríamos trasbordo a Kamakura, unos 63 minutos en total.

En la estación otra vez las colas para entrar en los andenes, todos en cola y muy bien ordenaditos.

 



Divertido viaje a Kamakura

En nuestro viaje a Kamakura, tuvimos el gusto de presenciar la más increíble imagen de un japonés durmiendo en el tren.

Un niño que no paraba de dar cabezazos, para arriba, para abajo, para todos los lados. Le daba cabezazos al señor que estaba al lado y luego cabezazo hacia el pasillo, donde se quedó como 10 minutos con la cabeza colgando. Vamos para romperse el cuello.

Andrés y yo no podíamos parar de reírnos disimuladamente, era super gracioso. Hasta el hombre que había al lado le arrancamos una sonrisa. Y eso que allí a nadie le impresiona que alguien esté dando semejantes cabezazos. Allí la gente ni lo mira.

Ya te digo que pasa eso en España y está todo el vagón haciéndole la ola 😉



Llegada a Kamakura

Una vez llegamos a Kamakura fuimos a la estación y cogimos el tranvía que te lleva a la parada Hase, la más cercana al Daibutsu.

Es la tercera estación desde la inicial Kamakura. No tiene pérdida.

 

 

Empezábamos a ver mareas de niños de excursión con el colegio y todos ellos nos miraban asombrados.

Posiblemente éramos los únicos occidentales por allí.



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Gran Buda de Kamakura

Una vez bajamos del tranvía nos dirigimos a la entrada del Gran Buda.

La entrada 200 yenes por persona (aprox. 1,5 eur).

 

 

Nada más entrar y viéndolo a lo lejos ya alucinamos.

Era enorme y encima al aire libre impresiona mucho más.

Estamos ante una estatua de bronce con una altura de 13,35 metros, siendo la segunda estatua de Buda más grande en Japón, después de la estatua de Buda ubicada en el templo Todaiji en Nara.

Fue fabricada en 1252 y ubicada en el salón de un gran templo hasta que este templo fue destruido por un tsunami en el siglo XV y desde entonces se encuentra al aire libre.

 

 Kamakura  

 

Estuvimos un rato viéndolo y haciéndonos fotos. Y mientras los colegiales alucinaban con nuestra presencia.

La auténtica atracción éramos nosotros no el Buda 😉

Nos hicimos mil fotos, todos venían a pedir que nos hiciéramos fotos con ellos. ¡¡Qué graciosos!! ¡¡Fue toda una experiencia!!

Si viajas en época de temporada alta es probable que hayan muchos turistas, pero nosotros la verdad es que sobre todo en la primera semana en Japón no vimos muchos occidentales.

¡¡Éramos una verdadera atracción para los niños!!

 



Templo Hase Dera

De ahí nos fuimos andando al templo Hase Dera que está cerca del Gran Buda.

 

 

El templo Hace dera es un templo de la secta Jondo y es famoso por la estatua de Kannon que alberga.

La estatua de Kannon mide 9,18 metros de altura y cuenta con 11 cabezas que representan cada una de las cuales representa una característica de la diosa.

Está considerada una de las esculturas de madera más grande de Japón.

Desde una de las terrazas del templo podemos disfrutar de unas magníficas vistas de la ciudad.

 

 

Estuvimos un rato contemplando el templo y las varias salas que tiene.

La estatua de la Diosa Kannon es espectacular también.

El templo es muy bonito y tiene mucha vegetación y jardines. Además de numerosas formas de ofrenda.

Estaba lleno de gente y todos ellos realizaban las ofrendas que tenía el templo.

De ahí subimos por una escaleras entre los jardines llenos de hortensias para visitar una ofrenda a la diosa y desde el camino podíamos ver unas grandes vistas de la ciudad y de la costa.

 



Comida callejera

Cuando llegamos abajo nos comimos unas bolas de queso que tenían un sabor algo dulce, que no estaban mal para tener algo en el estómago.

 

 

Seguimos dando un paseo por el templo y los jardines.

La verdad es que el templo era muy bonito y estaba muy animado. Era muy curioso ver a los japoneses en plena acción y en medio de sus ritos religiosos.

 



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Rumbo al santuario Tsurugaoka Hachimangu

Volvimos al tranvía y nos bajamos a la estación de Kamakura.

Si dispones de tiempo se pueden visitas los templos Engakuji y Kenchoji, pero nosotros queríamos llegar a Tokio pronto.

Así que nos fuimos directamente al santuario Tsurugaoka Hachimangu.

Para llegar al santuario teníamos que atravesar toda la calle comercial de Kamakura.

Una calle con muchos comercios y tiendas tradicionales japonesas. La verdad es que la calle es muy bonita y curiosa y las tiendas también muy bonitas, todo artesanal.

 

 

Nos compramos unos dulces con forma de pez que estaban bastante buenos.

 



Santuario Tsurugaoka Hachimangu

Llegamos al santuario y la puerta principal estaba en obras.

¡¡Oohh qué mala suerte!! Con lo bonita que se veía la puerta en lo alto de las escaleras.

Bueno no pasa nada, estas cosas pasan en los viajes.

 

 

La entrada es gratis, así que subimos las escaleras y ahí nos encontramos con una profesora japonesa que nos hizo unas preguntas en inglés que llevaba en su cuadernillo.

Son muy graciosos, llevan un cuadernillo y practican el inglés con los turistas.

 

Viaje a Japón

 

Dimos una vuelta por el templo y por los alrededores y ya nos fuimos a la estación de JR para volver a Tokio.

 

 

Una visita muy recomendable la de Kamakura, que lástima que no tengamos más tiempo para visitar algún templo más.

 

Os dejo con todas las visitas y excursiones que se pueden hacer desde Tokio, por si preferís contratarlas en vez de ir por libre.



Vuelta a Tokio

El tren salía a las 12 y una horita estaríamos de nuevo en Tokio.

 



Comida en Harajuku en Tokio

Una vez llegamos a Tokio, nos dirigimos en metro a la zona de Omotesando, que está en el barrio de Harajuku.

Nos comimos unas hamburguesas en un restaurante con decoración hawaiana. Fue lo primero que pillamos porque moríamos de hambre.

Después de comer nos íbamos a recorrer el barrio de Harajuku, primero pasearíamos por Omotesando.



Omotesando

La calle Omotesando es una avenida ancha y con árboles a lo largo, a veces llamado los Champs Elysees de Tokio.

Omotesando Hills, un complejo comercial recientemente abierto a lo largo de la avenida y ha estado atrayendo particularmente mucha atención.

Está llena de tiendas con un ambiente muy juvenil y más parecido a nuestros gustos y bolsillo. Entramos en varias tiendas de la avenida y dimos un paseo.

También dimos una vuelta por los callejones que están a ambos lados que están llenos de tiendas de ropa muy chulas y con decoración industrial y vintage que tanto me gustan.

La verdad es que esta zona me gustó mucho.

 

 

Allí vi una peluquería y me entró el puntazo de cortarme el pelo, pero dado el nivel de inglés y la moda que se llevaba en Japón, no me atreví a entrar a cortármelo. Pero no pasaba nada, encontraríamos una solución más tarde.

 



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Takeshita Dori

Andando por el barrio de Harajuku llegamos a la famosa calle Takeshita Dori, una calle singular donde las haya.

 

 

Es una calle sólo peatonal llena de tiendas de moda, cafés y restaurantes muy popular entre los jóvenes.

En ella podemos encontrar tiendas de mil tipos, ropa, decoración, belleza.

Nos llamó mucho la atención las tiendas de cosmética y belleza. Tenían artilugios de todo tipo… pestañas postizas, adornos para el pelo, pulseras, mochilas, fundas para el móvil… mil cosas y todas ellas de lo más extravagante.

Toda una aventura pasear por esta calle y divisar toda la gente que pasa por allí. No puedes dejar de mirar a todo el mundo, nadie conoce la vergüenza y cada uno con su atuendo tan felices.

 

Fue muy divertido pasear por esta calle.

Como al día siguiente teníamos programada la visita al santuario Meiji Yingu que está cerquita, daríamos una vueltecita de nuevo por la calle, además sería sábado y seguro que había más ambiente aún.

Así que en el siguiente día recorreremos a fondo esta calle tan divertida.



Vuelta al hotel

Hotel Higashi Shinjuku

Nos fuimos a mitad de tarde hacia el hotel. Estábamos muy cansados y queríamos reponer fuerzas.

Cogimos el metro hacia casa y mientras yo me duchaba Andrés bajó al Seven Eleven a comprar algo para cenar y desayunar, y unas tijeras para cortarme el pelo 😉

Salí de la ducha, me peiné el pelo y Andrés con las tijeras cortó más o menos por la marca que yo le había dicho.

¡¡Pues ya está!!

Yo ya tenía mi pelo cortito y a descansar para mañana pasar nuestro último día en Tokio.



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Muchas gracias por leernos,

Majo
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